1- Se simuló una "vela humana" envolviendo un hueso de cerdo con carne y grasa frescas. La grasa de cerdo debía amplificar el efecto.
2- El hueso se envolvió con tejido y se dejó caer un cigarrillo encendido. Solo chamuscó el tejido, y fue necesario aplicarle una llama para que ardiese.
3- Una vez que ardió hasta convertirse en cenizas, las llamas se apagaron sin que se encendiese la grasa. Así arde un cuerpo humano en circunstancias normales.
4- Para lograr que continuase quemando, fue necesario aplicar una llama para eliminar el agua y permitir que se iniciase la combustión.
5- Para conseguir esta carbonización se emplearon 50 minutos más. La combustión había cesado y el hueso ennegrecido sobresalía por cada extremo.
6- Se eliminó la grasa empleando un cepillo metálico. Debajo de esta capa, el hueso no parecía quemado. En la CHE no habría quedado hueso alguno.
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